sábado, 9 de agosto de 2014

Seres humanos reemplazables, valen menos que la bala que los mata*



Crueldad es el sello distintivo de buen número de los 10 mil 719 homicidios dolosos ocurridos en los últimos siete años en el Estado de México. Las causas, de acuerdo con voces expertas: un interés del Estado por mantener a la ciudadanía controlada mediante el uso del terror; una cultura de la violencia; la carencia de una educación integral del individuo: académica, pero también como persona; la pobreza; la exclusión; la migración y en suma: un deterioro ético que ha llevado a la pérdida del valor de la vida humana en una lógica de mercado donde como dice Óscar Wilde: “la gente sabe el precio de todo y el valor de nada”.
 
Por Blanca Padilla

Inés, una niña de apenas cuatro años, residente de Chimalhuacán, Estado de México (Edomex),  no sabe que su vida ya está bajo amenaza. Lo terrible es que es otro niño, Carlos, de 14 años quien la ha sentenciado. Los motivos: el asesinato del padre de Carlos a manos de Jorge, el abuelo de Inés. 


A los diez años, viendo como fluía la sangre del cuerpo de su padre, sin que nada pudiera hacer para contenerla, Carlos juró que mataría al asesino. Es común escucharlo decir que sólo espera crecer un poco más para salir a buscarlo hasta dar con él o, de lo contrario, acabará con la pequeña Inés. 
 
El día del homicidio, uno de los 2 mil 616 que se cometieron en 2010 en el Estado de México, Carlos y sus padres estaban en la tienda del vecindario cuando llegó Jorge, el abuelo de Inés, a comprar huevos. La madre de Carlos recordó entonces que días antes esta persona había golpeado a su marido. No pudo contenerse y le gritó.
-¡Cobarde!
-¡No me diga esa palabra señora!- fue la respuesta del interpelado, pero Celia no paraba, una y otra vez le gritó “cobarde”, aun cuando Jorge le advirtió que mataría a su marido si ella seguía gritando.
Nada de eso contuvo a la mujer, lo siguió insultando hasta que Jorge, desquiciado por la palabra maldita, sacó la pistola que guardaba entre su ropa y la descargó no contra Celia, sino, como había advertido, contra su marido.

Jorge padece esquizofrenia y, aunque está en tratamiento, los vecinos le temen, es una persona que siempre anda armada y se enfurece fácilmente, sobre todo cuando le dicen ciertas palabras. 
Es originario del estado de Guerrero, donde tuvo una difícil infancia, marcada por la pobreza y la violencia. Pero es buen albañil, le reconocen sus vecinos. Ahora se encuentra prófugo. 
Este asesinato fue resultado de la combinación entre la posesión de un arma y un deficiente control de las emociones, pero en el Edomex además de crecer en número, los homicidios crecen también en crueldad.
El hallazgo de la cabeza y las manos de una mujer dentro de una bolsa de mandado a las puertas del Bar La Reyna de Los Reyes, el 17 de diciembre de 2010 en Los Reyes, La Paz, con la amenaza de que eso les pasaría a todas las mujeres que trabajaran en ese bar, es sólo una muestra del sadismo con el que opera la delincuencia en Edomex. 
En total, de acuerdo con cifras de Incidencia delictiva del fuero común (únicos delitos de competencia estatal) del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública (SESNSP), entre 2007 y lo que va de 2014 en el Edomex se cometieron 10 mil 719 homicidios dolosos y 11 mil 296 culposos, en total 22 mil 015, con cifras que van de los 2 mil a cerca de 4 mil por año.

Es decir, entre 11 y 17 homicidios por cada cien mil habitantes, cifras por arriba de los 10 por cada cien mil que el Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) considera un nivel epidémico ante el que recomienda políticas orientadas hacia la mejora de la calidad de vida de la población, crecimiento incluyente e instituciones de seguridad y justicia eficaces. 
En lo que va de 2014, Edomex lleva más del doble de homicidios dolosos que el estado de Michoacán, donde la lucha contra el crimen organizado es frontal: 547 colocan a la entidad a la cabeza. En segundo lugar se ubica Guerrero con 432 y en tercero, Sinaloa con 275.
Con respecto al año pasado, las cifras son superiores. En 2013 fueron como sigue: enero 158, febrero 145 y abril 125. En los mismos meses, este año se registraron 185, 189 y 173 respectivamente.
El año pasado, Edomex sólo se ubicó por debajo de Guerrero (dos mil 087) al sumar mil 932 homicidios dolosos. En 2012 también quedó después de ese mismo estado (dos mil 310), al acumular dos mil 130 y Chihuahua quedó en tercero con mil 997.
De acuerdo con el INEGI, son 41 de los 125 municipios de Edomex donde ocurre el mayor número de homicidios. En orden descendente, los que ocupan los primeros lugares son: Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Toluca, Chimalhuacán, Chalco, Tlalnepantla, Atizapán, Tecamac, Tultitlán, Cuautitlán Ixcalli, La Paz y Valle de Chalco Solidaridad, con cifras que van de los 50 a más de 500 por año. El resto de estas demarcaciones sumaron entre 8 y 40, la mayoría hombres.
Estas municipalidades se localizan principalmente en el Valle de Toluca y en el Valle de México, colindando con el Distrito Federal. Son las más pobladas, en ellas vive el 75% de la población del estado; concentran gran número de personas viviendo en pobreza urbana (del 40 al 62% de su población); y continuamente aparecen en las estadísticas que registran actos delincuenciales. 

Continúa...
 

Distintas cifras, ambas en aumento
Terror, estrategia de estado para controlar 
Seres humanos desechables, la vida devaluada 
Sociedad que piensa policiacamente 


*Versión original de lo publicado en la revista Buzos de la Noticia 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios son bienvenidos, pero por favor no utilice palabras soeces. Cualquier mensaje que contenga una palabra soez será bloqueado. Nos reservamos el derecho de retirar cualquier comentario que incluya palabrotas, excepto cuando sean usadas como interjecciones.