Terror, estrategia de Estado para controlar

Contrario a CIDAC, el doctor Roberto Manero Brito, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, en entrevista con Buzos, sostuvo la hipótesis de que, en realidad, la delincuencia no se le escapó al Estado, sino al contrario, éste la dejó libre para controlar a la ciudadanía por medio del terror. El grado de impunidad y crueldad con los que se desenvuelve la delincuencia obedece a una política expresa del Estado, dijo el catedrático.

Torturar y violar antes de asesinar. Desmembrar los cuerpos, embolsarlos, colgarlos en puentes o enterrarlos en fosas clandestinas: características comunes a los homicidios cometidos últimamente en el Edomex, no obedecen entonces a la casualidad.

 

Dominado por una lógica de mercado, el Estado actual pretende tener todo bajo control con el menor riesgo político. No se enfrenta ya a sus detractores abiertamente con el periodo de Guerra Sucia en los años setenta. Pero ahora es imposible que le estalle una guerrilla. Antes la identifica y manda desarraigar comunidades enteras con auxilio del ejército.

Elimina así las bases de apoyo de los disidentes y siembra terror para impedir la reorganización de las comunidades. En esas condiciones, las mujeres de esas comunidades no tienen más opción que la prostitución y los hombres la delincuencia o unirse a grupos paramilitares, sostuvo el también doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de París VIII, Francia. 

Eso en el campo, en las ciudades el Estado deja suelta a la delincuencia, genera pleitos entre colonias y acrecienta la ruptura del tejido social. Además, en el trabajo, aplica políticas de deshomologación (salario individualizado ligado a la productividad), lo cual crea un clima de competencia feroz que rompe con las relaciones generadoras de colectividad entre los trabajadores.

Esto obedece a que el Estado actualmente sufre una crisis. Su papel como regulador político y económico está en proceso de redefinición. Actualmente es un Estado menos grande, pero presumiblemente más eficaz, aun transgrediendo los derechos humanos y su responsabilidad social, explicó Manero Brito. 

Continúa...

Seres humanos desechables, la vida devaluada 
Sociedad que piensa policiacamente