2 | Huye del anonimato
El medio huye del anonimato. Los y las autoras firman sus notas: tienen rostro, dan la cara. A menos que su vida corra peligro, el crédito del periodista podrá ocultarse y el medio asume la responsabilidad de lo publicado.
El medio huye del anonimato. Los y las autoras firman sus notas: tienen rostro, dan la cara. A menos que su vida corra peligro, el crédito del periodista podrá ocultarse y el medio asume la responsabilidad de lo publicado.
Por Blanca Padilla
¿QUÉ ES O QUÉ SIGNIFICA CANDELARIA?
Mucha gente piensa que es un
festejo dedicado a una virgen de nombre Candelaria, pero no. La Candelaria es
una fiesta católica muy antigua. Inició hace más de 1 500 años en la tradición
católica.
Ocurre 40 días después de la
navidad, porque es lo que, de acuerdo con el antiguo testamento, debían esperar
las madres judías, después del parto, para purificarse. Hasta entonces podían
presentar al recién nacido en los templos.
La celebración consistía originalmente en la bendición y ofrenda de velas de cera, ya que Jesús sería la luz del mundo. ¡Velas! ¿Comprendes? Bueno, tal vez no, porque en México las llamamos velas, del latín vigil y no candelas o luz, del latín candela. Podríamos decir “el dos de la Velaria”, pero la tradición obliga a llamarle “candelaria”. Y, como estamos en México, pues ofrendamos tamales.
Sonidos de Oaxaca
Blanca Padilla
Convertido en museo, actualmente este lugar sólo recibe
de vez en cuando a algunos visitantes: niños llevados por sus maestros o a nostálgicos
que aún añoran transportarse por vía férrea.
Todo cambió
Primero fue el tren de vapor, tenían que ir los fogoneros
echando más y más leña al fuego que crepitaba mientras las calderas hervían y
expulsaban el vapor que movía al tren. Luego comenzaron los trabajos para
ampliar las vías y entonces llegó el nuevo ferrocarril de vía ancha, en 1952,
cuenta el señor Rafael Sánchez, portero de la estación del ferrocarril de la
ciudad de Oaxaca por 45 años.
Había gran alboroto en la estación en aquellos tiempos. Las campanadas de salida y el constante ir y venir de personas con su equipaje que, casi siempre, incluía gallinas, guajolotes y hasta chivos. Se escuchaban muchas voces en español y en algunos idiomas indígenas y extranjeros. Lloraban niños, la gente se gritaba palabras de despedida, se insultaban, preguntaban sobre las salidas o llegadas, checaban sus boletos.
Blanca Padilla
El singular escritor, luego de escuchar a quienes lo acompañaban: Gerardo de la Torre, Raúl Renán, Ignacio Trejo y el periodista José Luis Martínez, dijo que estar en el Alcalá recibiendo ese homenaje, “es un recuerdo para toda la vida, algo que me deja estupendejo” y dio las gracias a ponentes y organizadores.