jueves, 25 de octubre de 2012

Omisiones, descuido y entreguismo de Estado y Medios, lastres para la libertad de expresión en el contexto global

Por Blanca Padilla



Renato Consuegra (moderador), Humberto Hernández Haddad, 
Armando Prida Huerta, Beatriz Pagés Rebollar y Ernesto Villanueva
La libertad de expresión y la política exterior en México están en crisis: el Estado se muestra omiso ante los atropellos que sufren los periodistas y carece de una estrategia para relacionarse con un mundo cambiante que ya no es bipolar

Nuestra diplomacia solo actúa de cara a Estados Unidos, lo mismo que los medios, quienes se limitan a ver a los demás países por medio de los ojos de las agencias de Washington.

Estas fueron algunas de las ideas que se expusieron en el Foro de Análisis: “Política Exterior y Libertad de Expresión”, convocado por la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex)*, en el que participaron el ex cónsul Humberto Hernández Haddad, el empresario Armando Prida Huerta, la periodista Beatriz Pagés Rebollar y el jurista Ernesto Villanueva, moderados por el periodista Renato Consuegra.

Juicio contra el Estado por daño patrimonial, una posibilidad

La promoción de un juicio contra el Estado por daño patrimonial,  vistas sus omisiones ante los agravios contra periodistas, puede ser una realidad de acuerdo con lo dicho en este Foro por el jurista Ernesto Villanueva.
 El Estado mexicano debe garantizar el ejercicio de la libertad de expresión de acuerdo con los artículos 6º y 7º  constitucionales, pero no lo está haciendo, agregó.

Humberto Prida, dueño de la cadena Síntesis y presidente de Fundalex, dio algunos ejemplos al respecto: la dilación en los procesos judiciales que enfrentan algunos medios y otros donde se les imputan responsabilidades por montos similares a lo que  facturan anualmente. 

Ante esto, se preguntó el empresario: “Qué pretende la autoridad, qué pierdas la empresa, qué no vuelvas a publicar, qué te canses”, y aventuró una respuesta: en todo esto solo parece existir una sola línea: qué te calles”. 

Esto, dijo Villanueva, solo es posible gracias a los vacíos existentes en nuestra legislación y en nuestro sistema judicial que permiten vivir en la impunidad a quienes atentan contra la vida, patrimonio y derechos de los periodistas. 

Como ejemplo de estos resquicios legales, mencionó a la Fiscalía Especializada en Agravios contra Periodistas, una instancia que no funciona porque no tiene fundamento legal para actuar.

Según nuestra actual legislación, “sólo puede conocerse de los delitos existentes en el código penal, pero el principal agravio que sufren los periodistas son las amenazas y estas no están tipificadas como delito en el Código Penal Federal”, precisó.

Explicó además que los asuntos de los periodistas solo son tratados por abogados laborales, no especialistas en materia de libertades y que ante esta indefensión, los comunicadores optan por la autocensura o la retirada, todo en detrimento de la Libertad de expresión.

ONU, enfrascada en cifras; México sin representación en Latinoamérica

A nivel internacional, Ernesto Villanueva indicó que el Programa Nacional de DerechosHumanos de la ONU, solo se dedica a medir el desarrollo de los estados en lugar de ayudar a países en desarrollo a proteger los derechos de sus ciudadanos. 

En tanto que,  Humberto Haddad, ex cónsul mexicano y medalla al mérito en el servicio público, lamentó que México se haya quedado sin representatividad en la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en San José de Costa Rica.

“Sin representatividad en el Tribunal, México pierde presencia en Latinoamérica y su voz queda ausente de la defensa de los derechos humanos”, dijo.

Agregó que  el nombramiento del mexicano Emilio Álvarez Icaza como secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, no garantiza nada porque la CIDH se ha convertido  en otra instancia de violación a los derechos humanos. 

Ante esta realidad, Haddad habló de la Propuesta de la Comisión jurídica de Fundalex (Perla Gómez Gallardo, Humberto Prida, Renato Consuegra y Ernesto Villanueva) encaminada a lograr que “los ataques en contra de la libertad de expresión sean sujetos a prisión preventiva como recientemente se tuteló el de trata de personas, al incluírsele en un catálogo junto con los delitos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación y secuestro, entre otros.

La propuesta busca una revisión del Decreto del 18 de junio de 2008 mediante el cual se reformaron los artículos 16, 17, 18, 19, 21 y 22, relativos a la transición del sistema de justicia penal al sistema acusatorio

Mediante este decreto se eliminaron algunos delitos contenidos en el párrafo II del artículo 17 y se conservó solo el de trata de personas. Por ello, actualmente, solo el homicidio doloso y el secuestro de personas que trabajan en medios son perseguidos. 

El acoso, las amenazas, etcétera, no se consideran como graves, se omiten. De igual forma, no son protegidos por la justicia quienes ante amenazas tienen que desplazarse o solicitar  asilo en el extranjero. No obstante que delitos contra la libertad de expresión de esta naturaleza han aumentado en los últimos años. 



Política exterior y libertad de expresión, vacías de contenido

Desde hace dos sexenios, para la periodista Beatriz Pagés Rebollar, la política exterior y la libertad de expresión han enfrentado un proceso de desmantelamiento. Se olvidaron los principios de política exterior: “La autodeterminación de los pueblos; la no intervención, la solución pacífica de las controversias; la proscripción de la fuerza en las relaciones exteriores; la igualdad jurídica de los Estado; la cooperación internacional para el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.

 “Murió la diplomacia”, dijo y señaló que “México ha vivido en un sometimiento extremo hacia los Estados Unidos y ha sido incapaz de dar respuesta en un contexto internacional lleno de contradicciones económicas, donde la bipolaridad ya no existe y donde el terrorismo asecha”.

Y, agregó que “la democracia mexicana, miope y mediocre, tiene su expresión más fiel en los medios: estos entraron en una especie de manicomio informativo dominado por el rating, el mercantilismo y la hilaridad, donde la libertad de expresión tiene más apariencia de arbitrariedad, de ilegalidad, que de verdadera libertad”. El formato de los noticieros responde al modelo norteamericano y nos muestran el mundo a través de las agencias de Washington”.

De cara a esta realidad, habló de la responsabilidad social de los medios y los periodistas y, parafraseando a Savater, dijo que “la democracia tendrá que ser responsable o no será”.

Citando a Olga Pellicer continuó su crítica hacia los medios: “Mientras los diarios norteamericanos han creado segmentos especiales para conocernos como  ‘México en estado de sitio’ o ‘La guerra a la puerta de nuestra casa’. Nosotros no hemos creado lo mismo para hablar de Rápido y Furioso o de la violencia contra migrantes”.

De la misma forma, el Estado mexicano no tiene una estrategia para dar una versión más equilibrada de lo que es México y con esta omisión da pie a casos como el de los comentaristas ingleses que denigraron lo mexicano al criticar un auto hecho en nuestro país.   

Al hacer su declaratoria de guerra contra el narco, el gobierno de Felipe Calderón tampoco reparó en el menoscabo de la imagen de México ante el mundo, cuando la sola palabra “guerra” encendió las alarmas entre posibles inversionistas, dijo Pagés Rebollar. 

Lejos de reparar en ello, cuando agencias internacionales enviaron corresponsales, “la Secretaría de Gobernación comenzó a citarlos cada cierto tiempo para presentarles a delincuentes. Esa era la cara que México daba al mundo”, sostuvo la periodista y agregó que el reto del nuevo gobierno es diseñar una política exterior innovadora que voltee hacia las naciones de América Latina.

En cuanto a las agresiones contra comunicadores, propuso la firma de un acuerdo para la protección de periodistas entre países de América Latina. Pero en éste, dijo, deben involucrarse los dueños de los grandes monopolios, quienes ya deben dejar de usar la guerra contra el narco para subir el rating.

Finalmente la también directora de la revista Siempre, dijo que la agresión contra periodistas en México, es de las más graves: “en una guerra entre ejércitos regulares, existen códigos que obligan a los gobiernos en disputa a proteger a los corresponsales. Pero, qué tipo de acuerdo se puede firmar con un ejército de delincuentes”, se preguntó.

Con este Foro, los panelistas buscaron dejar en claro que la libertad de expresión y la política exterior, dos temas que parecen inconexos, en realidad guardan mucha relación. Los avances democráticos de los pueblos solo serán posibles cuando se garantice plenamente la libertad de expresión y mientras se mantengan relaciones equilibradas con el resto del mundo, sin sometimientos de ninguna especie.

*Foro realizado el 25 de septiembre de 2012 en la sede del Club de Periodistas de México, México D.F.

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