Blanca Padilla
David
Bustos es un poeta nacido en Santiago de
Chile en 1972, fue becario de la
Fundación Pablo Neruda, ganador del concurso para escritores nóveles del
Consejo del Libro (2003), autor de poemarios como “Nadie lee del otro Lado”, Zen
para Peatones y Peces de Colores, entre otros.
En
el tema que nos ocupa, Poesía chilena post dictadura, su poemario Ejercicios de
enlace, publicado a fines del año 2007, es imprescindible. “Un libro valiente y
desgarrador en medio de los consensos de pensamiento único, entre la
memoria y el olvido, entre la bota del milico y la justicia en la medida de lo
posible. Sus versos, a pesar del peso de la noche, sueñan un país mejor”, como
bien dice el periodista Oscar Barrientos Bradasic.
Pero,
a qué alude Bustos con ese título. "Ejercicio de seguridad, alistamiento yenlace", fue el eufemismo usado por los militares para justificar el
acuartelamiento en grado uno ocurrido, el 19 de diciembre de 1990 en Chile, a
raíz de los trabajos de la Comisión Parlamentaria que entonces investigaba el
destino de tres cheques por un total de $971 millones de pesos pagados por el
Ejército a Augusto Pinochet Hiriart, primogénito del general, por la
adquisición de la empresa Valmoval.
Esta situación, ocurrida durante el primer año del
gobierno de Patricio Aylwin, se vivió
con gran tensión entre los chilenos, significaba una amenaza de golpe de estado,
una vuelta al pasado.
Chile estaba saliendo de 17 años de dictadura, por
primera vez había elegido democráticamente a un presidente e iniciaba un largo
periodo de transición.
Una parte de la población exigía se investigara al
ejército y otra le apostaba a enterrar el pasado.
El ejército se decía acosado y más aún después de
que la Cámara de Diputados exigiera al general contener su verborrea ante el
escándalo que protagonizó en septiembre de 1990 al hacer comentarios
inoportunos en contra del ejército alemán, lo que le valió el reclamo del gobierno
de ese país.
A
esto se unió la activación de algunas denuncias en contra Lucía Pinochet y su esposo
Julio Ponce Lerou, hija y yerno del general.
También
en este periodo estalló el escándalo por una financiera ilegal, creada y administrada
por oficiales del Ejército en servicio activo, denominada “La Catufa”.
Pero,
lo que más desestabilizó la tensa relación entre el gobierno de Aylwin y el
ejército fue la investigación que se abrió por los Cheques girados a favor de Pinochet
Hiriart, a los que se llamó “Pinocheques”.
De acuerdo con las investigaciones, el hijo del
general no saldría bien librado de ésta y, a cambio de olvidar el asunto, el
gobierno de Patricio Aylwin pedía el “acortamiento” del periodo de Pinochet al
frente de las tropas. Pinochet debía renunciar entre marzo y abril de 1991,
plazo considerado inaceptable por el general quién, en respuesta, ordenó el citado
acuartelamiento.
El
título usado por Bustos, hace alusión a esa amenaza de someter nuevamente a
Chile a un periodo de muerte y desapariciones, a ese miedo que intentaron
sembrar los militares entre la población, ante la naciente democracia, para evitar
las investigaciones en torno a los llamados “Pinocheques”.
Por
otra parte, la portada de este poemario, como señala el periodista OscarBarrientos Bradasic, también es
elocuente en este sentido, muestra un afiche propagandístico soviético donde
una mujer hace el gesto del silencio.
De
esta forma, con el título y la portada, Bustos, un poeta que, de acuerdo con críticos y
periodistas, “siempre va hacia adelante, más allá de todo lo dicho, impreso o
hecho”, alude a la sombra del dictador que masacró a Chile durante 17 años y a la
iconografía de la censura que se vivió en ese periodo y que aún pervive.
Este
poemario parece escrito con el fin de que no se pierda ese historial, en esta
etapa en la que los chilenos se debaten entre la memoria y el olvido.
Ejercicios
de Enlace, de acuerdo con Oscar Barrientos Brabasic, hace ver que el olvido “no
tiene otra función que edificar una historia falsamente consensuada, un colofón
que tape el pasado de represión y muerte”.
Ejercicios
de enlace recuerda los horrores de la dictadura como una forma de conjurar la posibilidad
de que esto se vuelva a repetir, que la amenaza se cumpla, es una apuesta por
la memoria, como deja ver Bustos en el Ejercicio
Nº 18, “en el que se introduce, segundos antes de su muerte a
bencinazos, en la mente de Rodrigo Rojas de Negri, aquel muchacho fotógrafo,
ante el rostro calcinado de Carmen Gloria Quintana, otra víctima de una mañana
desquiciada en esa gran locura que fue todo el periodo de Augusto Pinochet,
amigo de los cementerios clandestinos y marítimos, y luego amigo de las cajas
fuertes y las firmas truchas ($) en plena demos gracia (democracia de
Concertación, Cartón-cracia)”, como apunta Héctor Figueroa Muñoz.
Este
ejercicio, continúa Figueroa Muñoz, “es un tremendo homenaje a un joven de 19
años, valiente y fatídico, tal como lo muestra también ese soberbio documental
chileno titulado “La ciudad de los fotógrafos”, el cual, entre farándula y teleseries
para los pobres, quizá en cuanto tiempo se atreverá a mostrar por la televisión
abierta nuestra hipócrita y cobarde programación”.
En
el Ejercicio Nº 13:
“La madre del cordero es
escupir el ataúd del tirano....y el vidrio saliva vida frente a la muerte, /rotunda
es la acción del que sortea los guardias del templo / militar y piensa en su
abuelo / y maldice escupiendo su pena...” Bustos recuerda al nieto del
asesinado ex comandante en jefe del ejército chileno (bombazo en Argentina),
vicepresidente de la República durante la UP, general Carlos Prats.
Francisco
Cuadrado Prats, escupió el ataúd de Pinochet el 12 de diciembre de 2006. Acto del
que, dice Figueroa Muñoz, “los “corajudos” periodistas de prensa de Canal 13,
TVN y el Mega quedaron turulatos. ¿Lo informamos o no lo informamos?. Hay que
preguntarle primero a los patrones, a los dueños del canal, no vaya a ser cosa
que perdamos nuestros creíbles rostros. La cosa es que, indelebles, el acto y
este poema están ahí. Salud por ambos, por el poema y el nieto de Prats. A los
periodistas, mientras tanto, que se los lleve el séptimo circulo del infierno
de Dante”.
El
ejercicio Ejercicio
Nº 32 es contundente también al expresar ese eterno dilema entre la memoria y
el olvido: “Cuántos
años faltan para comenzar a escupir lo que tuvimos que tragar”. “Este es un libro acerca de la constatación
mediática o acerca de cómo se rescribe la historia”, comenta Figueroa
Muñoz.
Ejercicios
de enlace aborda
la dictadura pero también la post dictadura, los problemas actuales de ese Chile
donde miles de estudiantes reclaman una educación gratuita y de calidad, donde
se denuncia la mentira del “milagro chileno”.
Este
poemario “es un libro que deja patente la “Era del vacío” Lipovetzkyano, al
menos en una sociedad de la resignación como la nuestra (sueldos exigüísimos y
TranSantiago como ejemplos de la resignación misma), un lugar, un país
explícito donde ‘las
extremidades / dispersas de una guagua / de seis meses entre escombros / no son
dignas de ser comentadas, después / de todo de algo hay que morir. / Tengo
amigos cesantes hace años. / Cada día se quejan menos’”, seguimos a Figueroa Muñoz.
En
total son 32 ejercicios, aunque puede decirse que son 33, la página en negro
que aparece antes del último también es bastante elocuente, es la forma iconográfica
en la que Bustos da cuenta de la
dictadura y de este periodo de transición que parece no terminar aún.
El
último ejercicio, en tanto, es un poema onomatopéyico que resume los sonidos de
ese periodo dictatorial: los golpes, la metralla, el ultraje y remata diciendo “TODA
UNA GENERACIÓN MOLIDA A PALOS”. “Primero por la dictadura sangrienta, directa y
grosera de a metralla y el hurto. Ahora, actualmente, por la dictadura oblicua
de la comunicación, parte consensual e instrumento efectivo del actual régimen
democrático”, nos dice Figueroa Muñoz.
*
Ejercicios de enlace es un poemario que forma parte de una serie de trabajos de
poetas chilenos que fueron leídos, analizados y disfrutados en el “Taller de Poesía
chilena post dictadura”, impartido por el poeta José Molina en la Biblioteca
Andrés Henestrosa, entre agosto y octubre de 2011.
Cecilia
Vicuña, Tomás Harris, Elvira Hernández, Ennio Moltedo, Paula Ilabaca, Cristián Gómez
Olivares, Enrique Winter y otros poetas chilenos que vivieron la dictadura, la
mayoría muy niños, fueron analizados en el taller de José Molina.
Parte
del presente texto fue leído durante la Lectura de poesía chilena post
dictadura, realizada este viernes por la noche en la sala del archivo de la
Hemeroteca Pública del Estado de Oaxaca “Néstor Sánchez Hernández”, un acto que
estuvo amenizado por el conjunto musical “Octopus” y acompañado por la obra
pictórica del pintor oaxaqueño Vidal Ambrosio.
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