sábado, 28 de diciembre de 2013

Los ideales no mueren

Por Celestino Robles
 
El pasado 24 de diciembre, aproximadamente a las 7 de la tarde-noche, hace tres años precisamente, se fue de nuestro lado Miguel Cruz José,  un hombre que bien valía la pena conocer, caminar con él y aprender de él. “Se fue”, es un decir, más bien nos lo arrebataron, le quitaron la vida de 8 impactos de bala en diversas partes del cuerpo, cuestión que aún nos estremece a quienes compartimos las penas, los dolores y los éxitos a su lado.

Su nombre en la Mixteca sigue resonando a través de sus hechos, de sus obras y de los mensajes que semana con semana llevaba a los pueblos más alejados, aquellos lugares inimaginables donde ni el transporte ni los medios de comunicación existen, a través de su claridad en la ideología antorchista, construyó y transformó la mente de los campesinos pobres y aislados.


Miguel, se distinguió por que a pensar de su pesada carga, no dio la espalda al pueblo; marchaba, platicaba y acompañaba a sus paisanos en las gestiones y marchas, sin chistar encabezó las demandas mas complicadas de sus paisanos y además se condolía de la miseria que los rodeaba, nunca dudó en llevar un poco de calma a su gente.

En ese año, 2010, cuando lo asesinaron, planeaba el futuro y rumbo de la Mixteca, la apertura del tramo carretero, que facilitaría el camino hacia Huajuapan, mediante el tramo denominado Boca del Perro, además de la construcción de un albergue estudiantil el la ciudad de Tlaxiaco. con verdadero afán sostenía que el alumbrado y la urbanización de 30 comunidades se tenía que concretar en el 2011.

Para fortuna de los beneficiados y para satisfacción de Miguel Cruz, ninguno de sus planes se fueron por la borda, los proyectos se concretaron y están en proceso, aperturas de caminos, introducción de la energía eléctrica en las localidades donde comenzó su trabajo de organización, los  cimientos construidos con sus propias manos están ahora convertidos en fuertes muros que protegen a miles de pobres mixtecos.

Porque,  es cierto, eliminaron a un hombre que estorbaba para los intereses de seres sin escrúpulos y  que vieron en Cruz José un roble difícil de tumbar con facilidad, porque así era, fuerte y decidido, y que además sus paisanos lo seguían y admiraban, pues sus palabras no fueron lanzadas al viento, al contrario se materializaron una a una, y esto, seguramente enardeció a sus enemigos.

La sensibilidad de éste antorchista, en ese año 2010, lo llevó a abanderar la dolencia de 39 campesinos que fueron secuestrados y vejados por los caciques de la zona, abanderó y enfrentó al gobierno junto con los antorchistas de todo el estado de Oaxaca y no paró su lucha hasta que se vieron en libertad todos, seguramente, esto tampoco le gustó mucho a sus enemigos.

La consecuencia de este secuestro, era el conflicto de tierras, de su pueblo natal, Ñumi, perteneciente a Santo Domingo Yosoñama, con San Juan Mixtepec, hasta éste momento hemos puesto los muertos declaró en ese tiempo Miguel Cruz José, sin pensar que él mismo sería el siguiente caído.

La claridad sobre éste hecho, aun tiene muchas lagunas, las autoridades ya detuvieron al presunto asesino después de dos años, lo presentaron y como una manera de cerrar el asunto y lavarse las manos, anunciaron con éxito esta captura. Lo cierto es que pese al supuesto carpetazo, la denuncia sigue, pues no se trata de un asesinato común de cantina o de pleitos coloquiales.

Hoy, a tres años, las esperanzas y proyectos  de Miguel Cruz José, se siguen concretando con el trabajo de Antorcha Campesina. La vida de Miguel Cruz, se intensifica reforzando los ideales que él compartía con su gente, así que, Miguel Cruz, sigue no ha muerto en los antorchistas y la gente pobre, porque su idea sigue prevaleciendo y creciendo cada día mas.

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