Por Celestino Robles
El pasado 24 de diciembre, aproximadamente a las 7 de la tarde-noche, hace tres años
precisamente, se fue de nuestro lado Miguel Cruz José, un hombre que bien valía la pena conocer,
caminar con él y aprender de él. “Se fue”, es un decir, más bien nos lo arrebataron,
le quitaron la vida de 8 impactos de bala en diversas partes del cuerpo,
cuestión que aún nos estremece a quienes compartimos las penas, los dolores y
los éxitos a su lado.
Su
nombre en la Mixteca sigue resonando a través de sus hechos, de sus obras y de
los mensajes que semana con semana llevaba a los pueblos más alejados, aquellos
lugares inimaginables donde ni el transporte ni los medios de comunicación
existen, a través de su claridad en la ideología antorchista, construyó y
transformó la mente de los campesinos pobres y aislados.
Miguel,
se distinguió por que a pensar de su pesada carga, no dio la espalda al pueblo;
marchaba, platicaba y acompañaba a sus paisanos en las gestiones y marchas, sin
chistar encabezó las demandas mas complicadas de sus paisanos y además se
condolía de la miseria que los rodeaba, nunca dudó en llevar un poco de calma a
su gente.
En
ese año, 2010, cuando lo asesinaron, planeaba el futuro y rumbo de la Mixteca,
la apertura del tramo carretero, que facilitaría el camino hacia Huajuapan,
mediante el tramo denominado Boca del Perro, además de la construcción de un
albergue estudiantil el la ciudad de Tlaxiaco. con verdadero afán sostenía que
el alumbrado y la urbanización de 30 comunidades se tenía que concretar en el
2011.
Para
fortuna de los beneficiados y para satisfacción de Miguel Cruz, ninguno de sus
planes se fueron por la borda, los proyectos se concretaron y están en proceso,
aperturas de caminos, introducción de la energía eléctrica en las localidades
donde comenzó su trabajo de organización, los
cimientos construidos con sus propias manos están ahora convertidos en
fuertes muros que protegen a miles de pobres mixtecos.
Porque, es cierto, eliminaron a un hombre que
estorbaba para los intereses de seres sin escrúpulos y que vieron en Cruz José un roble difícil de
tumbar con facilidad, porque así era, fuerte y decidido, y que además sus
paisanos lo seguían y admiraban, pues sus palabras no fueron lanzadas al
viento, al contrario se materializaron una a una, y esto, seguramente enardeció
a sus enemigos.
La
sensibilidad de éste antorchista, en ese año 2010, lo llevó a abanderar la
dolencia de 39 campesinos que fueron secuestrados y vejados por los caciques de
la zona, abanderó y enfrentó al gobierno junto con los antorchistas de todo el
estado de Oaxaca y no paró su lucha hasta que se vieron en libertad todos,
seguramente, esto tampoco le gustó mucho a sus enemigos.
La
consecuencia de este secuestro, era el conflicto de tierras, de su pueblo
natal, Ñumi, perteneciente a Santo Domingo Yosoñama, con San Juan Mixtepec,
hasta éste momento hemos puesto los muertos declaró en ese tiempo Miguel Cruz
José, sin pensar que él mismo sería el siguiente caído.
La
claridad sobre éste hecho, aun tiene muchas lagunas, las autoridades ya
detuvieron al presunto asesino después de dos años, lo presentaron y como una
manera de cerrar el asunto y lavarse las manos, anunciaron con éxito esta
captura. Lo cierto es que pese al supuesto carpetazo, la denuncia sigue, pues
no se trata de un asesinato común de cantina o de pleitos coloquiales.
Hoy,
a tres años, las esperanzas y proyectos
de Miguel Cruz José, se siguen concretando con el trabajo de Antorcha
Campesina. La vida de Miguel Cruz, se intensifica reforzando los ideales que él
compartía con su gente, así que, Miguel Cruz, sigue no ha muerto en los
antorchistas y la gente pobre, porque su idea sigue prevaleciendo y creciendo
cada día mas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bienvenidos, pero por favor no utilice palabras soeces. Cualquier mensaje que contenga una palabra soez será bloqueado. Nos reservamos el derecho de retirar cualquier comentario que incluya palabrotas, excepto cuando sean usadas como interjecciones.