Política Digital / Pedro Pereira y Joao Vareda
Uno de los efectos fundamentales que se advierten para el futuro inmediato es la preeminencia de los servicios empaquetados que, como advierten los autores, empieza a tener un efecto en la estructura de la industria y del mercado de telecomunicaciones. Si le vamos a apostar a la diversidad de fuentes de informacion y de contenidos, ya no será posible soslayar estos cambios
Los rápidos cambios tecnológicos permitieron, hace apenas unos años, la aparición de canastas de servicios (1), especialmente el triple-play -telefonía fija, acceso a Internet por banda ancha fija y televisión de paga- y también el doble play, que incluye dos de cualquiera de esos servicios. Junto a ellos, sobrevino un cambio en la conducta de los consumidores, quienes se mostraron interesados en comprar el conjunto de estos servicios a un solo proveedor, en vez de tratar con uno diferente para cada servicio. Esto ocasionó que el peso de la oferta de canastas de servicios en el sector de las telecomunicaciones aumentara de manera significativa.
La venta de estas canastas de servicios ha comenzado a marcar la tónica de la competencia, por lo que se están creando nuevos paradigmas en el sector. Conforme aumenta la penetración de productos convergentes de voz fija, banda ancha y televisión de paga, el acceso a los contenidos -especialmente de video- tiende a volverse fundamental. Bajo este nuevo escenario, la habilidad para ofrecer contenidos de televisión influirá en la competencia, y consecuentemente, en la estructura del mercado de las telecomunicaciones.
El crecimiento de las canastas de servicios en telecomunicaciones
La digitalización de las redes de telecomunicaciones y la adopción de la conmutación de paquetes (2), significa que servicios aparentemente distintos -voz, datos y video- se reducen a un flujo de información binaria, por lo que pueden ser ofrecidos al usuario final en una sola plataforma, cuya única restricción es la capacidad de las redes.
La instalación de redes de acceso fijo de alta capacidad, como las de fibra óptica, removió el último de los obstáculos para que esto sucediera. Bajo estas circunstancias, tanto las empresas de telecomunicaciones como las de televisión por cable se encontraron con nuevos incentivos para reunir estos servicios -antes diferenciados- en canastas.
El progreso de la tecnología hace posible que estas canastas no sólo se vuelvan cada vez más importantes, sino que las empresas sumen a sus ofertas de triple-play, la telefonía, banda ancha y televisión móviles. Por lo pronto, ya existen empresas que ofrecen estos servicios. De este modo, los servicios móviles agregarán otra capa de complejidad a este escenario, que rebasa el interés de este artículo (3).
La tabla 1 ilustra la creciente importancia de la canasta de servicios en el mercado de las telecomunicaciones. En Europa, por ejemplo, el grado de penetración de estos productos en hogares se ha más que duplicado entre 2005 y 2009.
Como se puede apreciar, los paquetes doble-play son los más comunes y cuentan con 25.5% de penetración. Por otra parte, la penetración del triple-play se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años hasta alcanzar, en 2009, 11% de los hogares. Con respecto a las canastas de triple-play, la penetración es del 8%.
Por su parte, las canastas doble-play que incluyen televisión tuvieron una penetración del 7.5%, de un total de 25.5, y las de triple play, 6%, de un total del 11%. Estas cifras son altas si tomamos en cuenta que la television de paga tiene una penetración relativamente baja.
Importa destacar que en 2009, del total de las compras de suscripciones de televisión de paga, el 47% de ellas se hizo bajo el esquema de canastas de servicios.
La estructura de la industria
Para proveer productos triple-play es necesario contar con dos importantes factores de producción: 1) redes de telecomunicaciones fijas que ofrezcan servicios al mayoreo (4) y 2) contenidos para televisión. La empresas acceden a estos factores de la producción integrándose verticalmente, o utilizando los servicios mayoristas de otras empresas que están, a su vez, integradas verticalmente.
Bajo ciertas circunstancias, el mercado de servicios mayoristas puede surgir de manera natural. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando son varias las empresas que ofrecen estos servicios (5). Pero en otros casos, el mayorista puede ser un monopolio integrado verticalmente, o un conjunto de empresas mayoristas donde cada una de ellas se encuentra integrada verticalmente. Cuando esto ocurre, suelen darse conflictos de interés, puesto que se estarán ofreciendo servicios a empresas rivales que compiten en el mercado destinado al usuario final.
Si estos mercados mayoristas no se desarrollan naturalmente, los reguladores pueden adoptar diversas medidas. Una de ellas es imponer el acceso abierto (6). Para los servicios de red esto significa obligar a las empresas que operan redes de telecomunicaciones a ofrecer su infraestructura -bajo condiciones de transparencia y no-discriminación- para que otras empresas la puedan utilizar. Para el caso de los contenidos, esto significa obligar a las empresas que producen o son propietarias de contenidos a ofrecerlos-bajo condiciones de transparencia y no-discriminación- para que otras empresas la puedan utilizar.
Esta medida se justifica si los reguladores creen que 1) los mercados mayoristas son monopolios naturales por lo que resulta improbable que se dé la competencia, y 2) se considera necesario promover la entrada de empresas al mercado minorista, porque es beneficioso para el bienestar social (7).
La desventaja de estas medidas es que pueden disminuir los incentivos para invertir porque las empresas dominantes deberán compartir los beneficios de su inversión con sus rivales, y porque las empresas que están entrando al mercado utilizarán los recursos de los incumbentes, en vez de arriesgar los propios.
En Europa, los productores y vendedores de contenido de televisión no están sujetos a obligaciones de acceso abierto, a diferencia de lo que ocurre con los mayoristas de servicios de red (8).
El contraste con la situación en Estados Unidos es notable. En este país, la Cable Television Consumer Protection and Competition Act, de 1992, fijó medidas para acotar los efectos negativos de la integración vertical de la industria del cable, en especial aquellas relacionadas con los límites a la propiedad.
Por ejemplo, se autorizó al regulador de telecomunicaciones limitar el número de canales que los operadores de TV de cable pueden ofrecer a las redes con las que están verticalmente integradas. Más aún, la disposición contenía provisiones de must-carry que obligaba a los operadores de cable proveer transporte gratuito a las estaciones que transmitían en el área de ese operador; otro reglamento exigió a aquellos sistemas con más de 35 canales, destinar parte de su capacidad a programadores no afiliados al sistema de cable. Por su parte, el Program Access Provisions obliga que las empresas verticalmente integradas traten con operadores desafiliados y a no discriminar contra ellos proveyéndoles programación (9).
En resumen, las empresas y operadoras de redes de telecomunicaciones fijas se encuentran, por lo general, sujetas a obligaciones de acceso abierto; también lo están, en algunos países, los productores y mayoristas de contenido, principalmente de televisión, por lo que no hay nada nuevo en esto. La novedad que trae consigo el triple-play es la posibilidad de que se impongan ambos tipos de obligaciones de manera simultánea.
En caso de que esto ocurra, las exigencias deberán venir antecedidas por una cuidadosa evaluación de su impacto sobre el bienestar social. Quienes diseñan estas políticas deberán determinar, con toda claridad, si los mercados mayoristas -tanto de los servicios de telecomunicaciones fijas como de contenido para televisión- son monopolios naturales o no; si promueven u obstaculizan la entrada de empresas que ofrecen servicios al menudeo; y si éstas últimas contribuyen o no al bienestar social.
Si los mercados mayoristas de estos servicios no se desarrollan, y si no se toman medidas al respecto, es muy posible que la industria de las telecomunicaciones se concentre en por lo menos dos sentidos: uno es la integración vertical de la industria en la que, por una parte, minoristas y mayoristas procurarán integrarse, o comprar las empresas productoras de contenidos; y por otra, los productores de contenido tratarán de comprar o integrarse con mayoristas y minoristas con el objeto de asegurar salidas para sus productos.
El otro efecto del aumento de la concentración es que disminuirá el número de empresas en varias capas de la industria: quienes venden servicios al menudeo sin acceso a contenido -y por tanto sin posibilidades de ofrecer estos productos- se pueden ver forzados a salir del mercado; y a los productores de contenido que no tienen acceso al mercado les podrá pasar lo mismo (10).
Como se puede apreciar, evaluar el impacto social de este proceso de concentración es muy complejo. La disminución en el número de empresas puede reducir la competencia y conducir al incremento de tarifas. Sin embargo, este impacto negativo tendría que ser sopesado con los beneficios que ofrece la economía de escala, con su alcance, y con su integración vertical.
Otra consecuencia negativa de la concentración en la industria es la posible disminución de medios de comunicación. Sin embargo, el impacto que esto pueda tener sobre la diversidad de contenidos es, tal vez, una de las cosas más difíciles de evaluar debido a por lo menos dos razones (11): una es que la diversidad contenidos es, genuinamente, muy difícil de medir; y la otra es que internet ofrece muchas oportunidades alternativas de comunicación de masas que reducen considerablemente la importancia de los medios tradicionales.
Referencias:
Brito, D. and P. Pereira, 2010, "Incentives to Concede Access to Bottleneck Inputs under Oligopoly: A Prisoners’ Dilemma?", Southern Economic Journal, 76(3), 660-77.
Brito, D. and P. Pereira, 2009, "Product Differentiation when Competing with the Supplier of a Bottleneck Input", Regional Science and Urban Economics, 19(1), 43-53.
Brito, D. and P. Pereira, 2007, "Mobile Virtual Network Operators: Beyond the Hyperbolae", Competition Policy International, 3(1), 271-80.
Chipty, T., 2001, "Vertical Integration, Market Foreclosure, and Consumer Welfare in the Cable Television Industry", American Economic Review 91(3), 428-453.
Crandall, R., 1990, "Vertical integration and q ratios in the cable industry", FCC Mass Media Docket, No. 89-200.
Klein, B., 1989, "The Competitive Consequences of Vertical Integration in the Cable Industry." mimeo.
Ordover, J. and G. Shaffer, 2006, "Wholesale access in multi-firm markets: when is it profitable to supply a competitor", International Journal of Industrial Organization, 25, 1026-1045.
Pereira, P. and J. Vareda, 2011, "Triple/Quadruple Play in Telecoms", 2011, OECD, Series Roundtables on Competition Policy, DAF/COMP/LACF(2011)2.
Waterman, D., and A. Weiss, 1996, "The effects of vertical integration between cable television systems and pay cable networks", Journal of Econometrics 72, 357-395.
Pedro Pereira es Economista de la Autoridad de Defensa de la Competencia de Portugal y del Centro de Estudios Avanzados en Administración y Economía (CEFAGE) de la Universidad de Évora, pedro.br.pereira@gmail.com
Joao Vareda es Economista de la Autoridad de Defensa de la Competencia de Portugal, joaovareda@hotmail.com
Notas:
La venta de estas canastas de servicios ha comenzado a marcar la tónica de la competencia, por lo que se están creando nuevos paradigmas en el sector. Conforme aumenta la penetración de productos convergentes de voz fija, banda ancha y televisión de paga, el acceso a los contenidos -especialmente de video- tiende a volverse fundamental. Bajo este nuevo escenario, la habilidad para ofrecer contenidos de televisión influirá en la competencia, y consecuentemente, en la estructura del mercado de las telecomunicaciones.
El crecimiento de las canastas de servicios en telecomunicaciones
La digitalización de las redes de telecomunicaciones y la adopción de la conmutación de paquetes (2), significa que servicios aparentemente distintos -voz, datos y video- se reducen a un flujo de información binaria, por lo que pueden ser ofrecidos al usuario final en una sola plataforma, cuya única restricción es la capacidad de las redes.
La instalación de redes de acceso fijo de alta capacidad, como las de fibra óptica, removió el último de los obstáculos para que esto sucediera. Bajo estas circunstancias, tanto las empresas de telecomunicaciones como las de televisión por cable se encontraron con nuevos incentivos para reunir estos servicios -antes diferenciados- en canastas.
El progreso de la tecnología hace posible que estas canastas no sólo se vuelvan cada vez más importantes, sino que las empresas sumen a sus ofertas de triple-play, la telefonía, banda ancha y televisión móviles. Por lo pronto, ya existen empresas que ofrecen estos servicios. De este modo, los servicios móviles agregarán otra capa de complejidad a este escenario, que rebasa el interés de este artículo (3).
La tabla 1 ilustra la creciente importancia de la canasta de servicios en el mercado de las telecomunicaciones. En Europa, por ejemplo, el grado de penetración de estos productos en hogares se ha más que duplicado entre 2005 y 2009.
Como se puede apreciar, los paquetes doble-play son los más comunes y cuentan con 25.5% de penetración. Por otra parte, la penetración del triple-play se ha cuadruplicado en los últimos cuatro años hasta alcanzar, en 2009, 11% de los hogares. Con respecto a las canastas de triple-play, la penetración es del 8%.
Por su parte, las canastas doble-play que incluyen televisión tuvieron una penetración del 7.5%, de un total de 25.5, y las de triple play, 6%, de un total del 11%. Estas cifras son altas si tomamos en cuenta que la television de paga tiene una penetración relativamente baja.
Importa destacar que en 2009, del total de las compras de suscripciones de televisión de paga, el 47% de ellas se hizo bajo el esquema de canastas de servicios.
La estructura de la industria
Para proveer productos triple-play es necesario contar con dos importantes factores de producción: 1) redes de telecomunicaciones fijas que ofrezcan servicios al mayoreo (4) y 2) contenidos para televisión. La empresas acceden a estos factores de la producción integrándose verticalmente, o utilizando los servicios mayoristas de otras empresas que están, a su vez, integradas verticalmente.
Bajo ciertas circunstancias, el mercado de servicios mayoristas puede surgir de manera natural. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando son varias las empresas que ofrecen estos servicios (5). Pero en otros casos, el mayorista puede ser un monopolio integrado verticalmente, o un conjunto de empresas mayoristas donde cada una de ellas se encuentra integrada verticalmente. Cuando esto ocurre, suelen darse conflictos de interés, puesto que se estarán ofreciendo servicios a empresas rivales que compiten en el mercado destinado al usuario final.
Si estos mercados mayoristas no se desarrollan naturalmente, los reguladores pueden adoptar diversas medidas. Una de ellas es imponer el acceso abierto (6). Para los servicios de red esto significa obligar a las empresas que operan redes de telecomunicaciones a ofrecer su infraestructura -bajo condiciones de transparencia y no-discriminación- para que otras empresas la puedan utilizar. Para el caso de los contenidos, esto significa obligar a las empresas que producen o son propietarias de contenidos a ofrecerlos-bajo condiciones de transparencia y no-discriminación- para que otras empresas la puedan utilizar.
Esta medida se justifica si los reguladores creen que 1) los mercados mayoristas son monopolios naturales por lo que resulta improbable que se dé la competencia, y 2) se considera necesario promover la entrada de empresas al mercado minorista, porque es beneficioso para el bienestar social (7).
La desventaja de estas medidas es que pueden disminuir los incentivos para invertir porque las empresas dominantes deberán compartir los beneficios de su inversión con sus rivales, y porque las empresas que están entrando al mercado utilizarán los recursos de los incumbentes, en vez de arriesgar los propios.
En Europa, los productores y vendedores de contenido de televisión no están sujetos a obligaciones de acceso abierto, a diferencia de lo que ocurre con los mayoristas de servicios de red (8).
El contraste con la situación en Estados Unidos es notable. En este país, la Cable Television Consumer Protection and Competition Act, de 1992, fijó medidas para acotar los efectos negativos de la integración vertical de la industria del cable, en especial aquellas relacionadas con los límites a la propiedad.
Por ejemplo, se autorizó al regulador de telecomunicaciones limitar el número de canales que los operadores de TV de cable pueden ofrecer a las redes con las que están verticalmente integradas. Más aún, la disposición contenía provisiones de must-carry que obligaba a los operadores de cable proveer transporte gratuito a las estaciones que transmitían en el área de ese operador; otro reglamento exigió a aquellos sistemas con más de 35 canales, destinar parte de su capacidad a programadores no afiliados al sistema de cable. Por su parte, el Program Access Provisions obliga que las empresas verticalmente integradas traten con operadores desafiliados y a no discriminar contra ellos proveyéndoles programación (9).
En resumen, las empresas y operadoras de redes de telecomunicaciones fijas se encuentran, por lo general, sujetas a obligaciones de acceso abierto; también lo están, en algunos países, los productores y mayoristas de contenido, principalmente de televisión, por lo que no hay nada nuevo en esto. La novedad que trae consigo el triple-play es la posibilidad de que se impongan ambos tipos de obligaciones de manera simultánea.
En caso de que esto ocurra, las exigencias deberán venir antecedidas por una cuidadosa evaluación de su impacto sobre el bienestar social. Quienes diseñan estas políticas deberán determinar, con toda claridad, si los mercados mayoristas -tanto de los servicios de telecomunicaciones fijas como de contenido para televisión- son monopolios naturales o no; si promueven u obstaculizan la entrada de empresas que ofrecen servicios al menudeo; y si éstas últimas contribuyen o no al bienestar social.
Si los mercados mayoristas de estos servicios no se desarrollan, y si no se toman medidas al respecto, es muy posible que la industria de las telecomunicaciones se concentre en por lo menos dos sentidos: uno es la integración vertical de la industria en la que, por una parte, minoristas y mayoristas procurarán integrarse, o comprar las empresas productoras de contenidos; y por otra, los productores de contenido tratarán de comprar o integrarse con mayoristas y minoristas con el objeto de asegurar salidas para sus productos.
El otro efecto del aumento de la concentración es que disminuirá el número de empresas en varias capas de la industria: quienes venden servicios al menudeo sin acceso a contenido -y por tanto sin posibilidades de ofrecer estos productos- se pueden ver forzados a salir del mercado; y a los productores de contenido que no tienen acceso al mercado les podrá pasar lo mismo (10).
Como se puede apreciar, evaluar el impacto social de este proceso de concentración es muy complejo. La disminución en el número de empresas puede reducir la competencia y conducir al incremento de tarifas. Sin embargo, este impacto negativo tendría que ser sopesado con los beneficios que ofrece la economía de escala, con su alcance, y con su integración vertical.
Otra consecuencia negativa de la concentración en la industria es la posible disminución de medios de comunicación. Sin embargo, el impacto que esto pueda tener sobre la diversidad de contenidos es, tal vez, una de las cosas más difíciles de evaluar debido a por lo menos dos razones (11): una es que la diversidad contenidos es, genuinamente, muy difícil de medir; y la otra es que internet ofrece muchas oportunidades alternativas de comunicación de masas que reducen considerablemente la importancia de los medios tradicionales.
Referencias:
Brito, D. and P. Pereira, 2010, "Incentives to Concede Access to Bottleneck Inputs under Oligopoly: A Prisoners’ Dilemma?", Southern Economic Journal, 76(3), 660-77.
Brito, D. and P. Pereira, 2009, "Product Differentiation when Competing with the Supplier of a Bottleneck Input", Regional Science and Urban Economics, 19(1), 43-53.
Brito, D. and P. Pereira, 2007, "Mobile Virtual Network Operators: Beyond the Hyperbolae", Competition Policy International, 3(1), 271-80.
Chipty, T., 2001, "Vertical Integration, Market Foreclosure, and Consumer Welfare in the Cable Television Industry", American Economic Review 91(3), 428-453.
Crandall, R., 1990, "Vertical integration and q ratios in the cable industry", FCC Mass Media Docket, No. 89-200.
Klein, B., 1989, "The Competitive Consequences of Vertical Integration in the Cable Industry." mimeo.
Ordover, J. and G. Shaffer, 2006, "Wholesale access in multi-firm markets: when is it profitable to supply a competitor", International Journal of Industrial Organization, 25, 1026-1045.
Pereira, P. and J. Vareda, 2011, "Triple/Quadruple Play in Telecoms", 2011, OECD, Series Roundtables on Competition Policy, DAF/COMP/LACF(2011)2.
Waterman, D., and A. Weiss, 1996, "The effects of vertical integration between cable television systems and pay cable networks", Journal of Econometrics 72, 357-395.
Pedro Pereira es Economista de la Autoridad de Defensa de la Competencia de Portugal y del Centro de Estudios Avanzados en Administración y Economía (CEFAGE) de la Universidad de Évora, pedro.br.pereira@gmail.com
Joao Vareda es Economista de la Autoridad de Defensa de la Competencia de Portugal, joaovareda@hotmail.com
Notas:
- En la literatura económica, una canasta o paquete (bundle, en inglés) consiste en un conjunto de dos o más servicios que se venden juntos. Estos servicios pueden ser ofertados como un solo paquete, o también por separado. Si los servicios se encuentran disponibles de manera individualizada, la canasta se ofrece con un descuento relativo a los precios de cada uno de ellos. Ver Pereira y Vareda (2011) para una discusión más profunda de estos conceptos básicos.
- Packet switching. Aquí la expresión "paquete" se refiere a un conjunto de información binaria y no a un conjunto de servicios. Para evitar confusión, vamos a usar la expresión "canasta" para paquetes de servicios.
- Ver Pereira y Vareda (2011) para una discusión de estos temas.
- Servicios de mayoreo significan, en términos muy generales, que una empresa que opera una red de telecomunicaciones ofrece su infraestructura de red para que otra empresa pueda suministrar servicios al usuario final. Ejemplo: utilizar el bucle local -el cableado que va desde la central telefónica al recinto del usuario- para ofrecer servicios de banda ancha a los usuarios finales.
- Brito y Pereira (2010, 2009, 2007) y Ordover y Shaffer (2006) para una discusión sobre las condiciones bajo las cuales oligopolios integrados verticalmente -que son propietarios de factores de producción "cuellos de botella"- estarían dispuestos a ofrecer acceso a esos factores de producción, a empresas minoristas que aspiran a entrar al mercado.
- La desintegración vertical es otro remedio. Sin embargo, se trata de un tema muy controvertido y rara vez se ha aplicado, con la notable excepción de la venta de activos que hizo AT&T en 1984.
- Una industria es un monopolio natural si la curva de la demanda se intersecta con la curva del costo promedio en un punto donde el costo promedio empieza a disminuir. De esta forma, Si la producción está concentrada en una sola empresa, el costo para producir una cierta cantidad de productos (output) será minimizado.
- Estos servicios al mayoreo incluyen, por ejemplo, acceso desempaquetado al bucle local.
- Hay unas cuantas investigaciones relacionadas con la industria del cable que se refieren a los efectos de la integración vertical, como por ejemplo, Chipty (2001), Crandall (1990), Klein (1989), y Waterman and Weiss (1996). Chipty (2001) encontró evidencia de que la integración vertical tenía efectos tanto competitivos como anticompetitivos. Por un lado, la integración vertical provoca cierto grado de foreclosure del mercado, debido a que algunos proveedores de contenidos premium y otros proveedores de contenidos básicos se resisten a transportar contenido de sus rivales. Pero por otra parte, se obtienen importantes logros en eficiencia con la integración vertical puesto que a los consumidores les va mejor en mercados integrados que en mercados desintegrados.
- Esta posibilidad se debería tomar en perspectiva, debido a que internet ofrece muchas posibilidades de mercadotecnia directa.
- Obviamente nos referimos a medios relacionados con televisión o internet.
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