miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Retratar la realidad o intentar cambiarla? (Segunda parte)

Por David Bacon
Cuartoscuro, junio/julio, 2013
http://cuartoscuro.com.mx/2013/05/ejemplar-no-120/


¿Pueden los fotógrafos ser partícipes de los eventos sociales que documentan? Hace 80 años, la interrogante habría parecido irrelevante en las convulsiones políticas de los años 30, tanto en México como en los Estados Unidos. Muchos fotógrafos eran activistas políticos y vieron su obra íntimamente ligada a las huelgas de los trabajadores, la revolución política o los movimientos a favor de los derechos indígenas.

Hoy, lo que fue un vínculo obvio es visto con frecuencia como un peligroso conflicto de intereses. La política pone en jaque al arte. Los fotógrafos deben ser objetivos y neutrales, o al menos mantenerse a una distancia de la realidad que plasman en la película o en la tarjeta de memoria.
En el número pasado de la revista, se analizó la experiencia de los fotógrafos norteamericanos a raíz de la aparición del libro This Light of Ours, Activist Photographers of the Civil Rights Movement (Esta nuestra luz, Fotógrafos activistas del movimiento de los derechos civiles). El presente artículo habla del caso mexicano, con base en la exposición Photography in Mexico (Fotografía en México) exhibida en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

Los fotógrafos en México lidiaron con las mismas decisiones. Las historias de la fotografía en Estados Unidos y en México -sin mencionar nuestros movimientos sociales- comparten paralelos importantes. En México también se volvió más conservador el entorno político, lo que limitó el desarrollo de la fotografía documentalista social, de manera muy parecida a como se dio en Estados Unidos en los mismos años.

La exposición Fotografía en México presenta un recorrido histórico, iluminando la forma en que la fotografía de inspiración política de los años 20 y 30 se volvió menos directamente vinculada con los movimientos en ese país a favor del cambio social. Sin embargo, los movimientos de los 60, y otros más recientes relacionados con el desplazamiento y la migración, vuelven a forjar ese vínculo también en México.
Zapatistas en Sanborns, Agustin Casasola, Mexico DF, 1914.

La fotografía documental social inicia con las fotografías de la Revolución de Agustín Casasola. Aunque en muchas imágenes se ve a los soldados y los enfrentamientos, algunas servían para poner en marcado relieve la fuente del conflicto. Una de las más famosas muestra a soldados campesinos comiendo en el elegante restaurante Sanborn's, atendidos por meseras en delantales, más acostumbradas a atender a los ricos de la Ciudad de México. La Revolución puso de cabeza al antiguo orden social. Los humildes perdieron su humildad y tomaron su lugar en la barra de comida de los ricos, quienes no aparecen por ningún lado en la fotografía.

En ese entonces, Casasola realmente no se consideraba partidario de un bando, pero su comprensión de las causas sociales de la Revolución le dio el discernimiento que derivó en la imagen.

Dos décadas inmediatamente después de la Revolución se inició con un rechazo a las antiguas tendencias fotográficas que retrataban a México como tierra de un pueblo indígena "exótico" o que se concentraban en el estilo pictórico europeo. La crítica modernista recibió un impulso con la llegada de Edward Weston y Tina Modotti a principios de los 20. Modotti, en particular, se alió con los muralistas radicales Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Nacida en Italia y criada en San Francisco, Modotti logró emerger de la sombra de Weston en la Ciudad de México y se volvió mucho más abiertamente política, colocando su fotografía al servicio del Partido Comunista de México y al gobierno en ese entonces izquierdista del país.
Sombrero Mexicano con hoz y martillo, Tina Modotti, Mexico DF, 1927

Mientras que produjo un acervo importante de obra documentalista, también tomó fotografías con la intención específica de promover su objetivo de inspirar una conciencia política izquierdista. Buscaba vincularla con el nacionalismo mexicano como se venía redefinido en los años posrevolucionarios. En una imagen, hermana a la tradicional hoz y martillo comunista con un sombrero como los usados por los zapatistas, casi diciendo que la ideología es, o puede ser, mexicana.


Bandolera, maiz, guitarra, Tina Modotti, Mexico DF, 1927
Enseguida, abandona a la hoz y el martillo y produce una imagen que emplea símbolos culturales y revolucionarios mexicanos: la mazorca de maíz, la guitarra y la cartuchera. Ambas imágenes son testimonio de su profundo conocimiento y maestría de la técnica fotográfica. Con el tiempo, desafió el paradigma moderno que vería a los activistas renunciar a sus ideologías políticas en aras de su arte, al renunciar por completo a la fotografía y trasladarse a España durante la Guerra Civil Española para evacuar a los refugiados del fascismo.

En la muestra estaban también las fotografías de Manuel Álvarez Bravo, quien se convirtió en fotógrafo durante el fermento cultural y político en el que estaba activa Modotti. La exhibición incluye su Obrero en huelga, asesinado, que retrata la violencia de la zozobra social de la época. Sin embargo, Álvarez Bravo no era un militante político o activista/fotógrafo como Modotti. En su larga trayectoria combinó obra documentalista, surrealismo, desnudos fotográficos y otros géneros. Lola Álvarez Bravo, su primera esposa, también se convirtió en una pionera al documentar las raíces culturales indígenas del país, utilizando un estilo realista para combatir el "exoticismo".

Otra fotógrafa nacida en Estados Unidos, quien pasó su vida en México y se convirtió en una figura destacada en las artes gráficas y la fotografía, fue Mariana Yampolsky.  Se convirtió en la primera mujer en el Taller de Grafica Popular, un proyecto antifascista iniciado a fines de los años 30 por Leopoldo Méndez, Pablo O'Higgins y Luis Arena.

Yampolsky era socialista, tenía vínculos estrechos con el Partido Comunista de México y trabajó muchos años en la Secretaría de Educación Pública, durante el tiempo en que estaba dotado de educadores progresistas comprometidos con llevar escuelas y alfabetismo a las áreas rurales, particularmente las indígenas.

Un linotipo de un hombre gordo exprimiendo sangre de un trabajador se titula El monopolio sabe cómo exprimir hasta el último centavo al trabajador. Publicó libros de arte e infantiles, incluyendo libros de texto escolares, y documentó la vida en las comunidades indígenas con un estilo realista, lo que influyó en Graciela Inturbide y Flor Garduño.



Martel, Mariana Yampolsky, Mexico, 1968
"Me interesa la gente", dijo Yampolsky. "Si tengo que definir mi fotografía, diría que la calle es mi estudio". Una de las fotografías más conocidas en esta exhibición, Martel, muestra una estación de tren en desuso, medio vagón de ferrocarril, junto a vías desoladas que llevan a la nada en la distancia. La composición tiene el fuerte estilo gráfico que exhibe su pericia como grabadora, al concretar la realidad con sólo unos cuantos elementos parcos.

Data de los años en que aún existía en México el servicio ferroviario de pasajeros, pero queda claro en la imagen que ningún tren se detendrá en esta estación en un paraje abandonado. Aunque los trenes de pasajeros desaparecieron en México en la era moderna de libre comercio, la imagen evoca las problemáticas actuales de la migración: la pobreza y el desplazamiento rural.  

A medida que los movimientos sociales radicales en México eran absorbidos o reprimidos por el gobierno, la habilidad de los fotógrafos para mantener lazos con ellos también se vio mermada. Un creciente conservadurismo rompió lentamente el vínculo entre los fotógrafos y los sindicatos radicales y los partidos políticos.

A pesar de ello, algunos fotógrafos mexicanos continuaron utilizando la fotografía para documentar la amarga realidad social que yacía bajo el optimismo oficial. La obra de Nacho López, Héctor García y otros se rebeló contra retratar júbilo falaz o explotar a las culturas indígenas prehispánicas como oferta exótica para turistas y europeos. López comentó célebremente que "la fotografía no tiene el propósito de adornar las paredes como arte, pero fuera de hacer obvia la crueldad ancestral del hombre contra el hombre, es la grandeza de su amor por las cosas y las cosas de todos los días".

Altos hornos, Fundidores de Monclova, Coahuila, Hector Garcia, 1960
García, quien murió el año pasado a los 89 años, utilizó la fotografía como una manera de ayudar a los movimientos sociales disidentes a romper la pared del silencio oficial. Se tornó activista en los años 30, al tomar fotografías de las protestas sociales en las que también participaba, y llegó a fundar un periódico que publicaba sus imágenes de marchas estudiantiles. En su foto de dos soldadores, los lentes oscuros y el trapo envuelto alrededor de la nariz y boca, son su única protección contra las chispas y las emanaciones.

En 1958, cubrió la huelga ferrocarrilera que llevó al encarcelamiento de sus líderes Demetrio Vallejo y Valentín Campa. Cuando el muralista David Alfaro Siqueiros fue apresado en 1960 en el apogeo de la depuración anticomunista en México, García tomó una famosa imagen de él mostrándolo con la mano alzada, detrás de las rejas del Palacio de Lecumberri.

"Lo que he hecho prácticamente toda la vida", explicó en alguna ocasión, "es ser testigo y hacer testimonios gráficos de los movimientos y las luchas de las clases sociales en México. Esto continúa siendo el motivo más importante que tengo para hacer fotografía".

La misma Iturbide, quien posteriormente ganaría renombre por sus imágenes de la cultura indígena -particularmente con Nuestra Señora de las Iguanas- tenía raíces en la fotografía vinculada con la izquierda política. En 1973, viajó a Panamá para fotografiar al General Omar Torrijos, el radical que finalmente acabó con el control estadounidense del Canal de Panamá.

"Fui invitada por gente cercana al Partido Comunista para participar en un Congreso de la Paz que se celebraría allí... Yo acababa de iniciarme como fotógrafa y en esa época estaba particularmente interesada en mostrar aspectos de la cultura indígena".

Inició una serie de viajes a comunidades rurales panameñas, al igual que una relación con Torrijos que terminó cuando éste murió en un accidente aéreo misterioso. Con el tiempo, la obra de Iturbide documentando la cultura indígena le ganó reconocimiento mundial.

La Nuestra Senora de las Iguanas, Juchitan, Oaxaca, Graciela Iturbide, 1979
Sin embargo, con el tiempo, el vínculo entre fotógrafo y movimiento social se volvió tan difícil en México como en Estados Unidos. Pero entonces, en 1968, estudiantes resultaron muertos a tiros en la Plaza Tlatelolco. El suceso cimbró a la sociedad mexicana de manera similar a como lo hizo en Estados Unidos el ver a manifestantes siendo atacados por perros y por el agua de mangueras contra incendios en el sur estadounidense. La perspectiva de muchos de los fotógrafos del país fue forjada por ese suceso y lo que le siguió. Exposiciones de fotografías, como las de estudiantes dejados en paños menores frente a soldados tras la masacre, aún recorren México, y una enorme marcha honra anualmente a los jóvenes caídos.
Estudiantes detenidos en Tlatelolco, foto de prensa, Mexico DF, 1968
Sin embargo, la exhibición pasa por alto a muchos de los fotógrafos e imágenes de esta generación, como Pedro Valtierra, fundador de Cuartoscuro, la destacada revista de fotografía mexicana. El realismo es representado por los inmensos paisajes urbanos aéreos de Pablo López Luz, la documentación de los excesos de los ricos por Yvonne Venegas y Daniela Rossell, y los luchadores de Lourdes Grobet. Sin embargo, es un realismo de un estilo más distante, menos conectado a los movimientos a favor del cambio social que se han dejado sentir en México en las últimas décadas.

Las imágenes del fenómeno que ha formado hoy la conciencia mexicana más que casi cualquier otro -la migración al norte de la frontera del 11 por ciento de su pueblo- pertenecen en su mayoría a fotógrafos estadounidenses más que mexicanos. Una nueva generación de fotógrafos indígenas mexicanos, gente como Leopoldo Peña y Miguel Bravo, laboran de ambos lados de la frontera, al igual que fotógrafos estadounidenses como David Maung, Francisco Domínguez, su servidor, y afortunadamente muchos otros más.

Hoy, el debate sobre la misión de la fotografía documentalista y su contenido con frecuencia pasan a segundo plano ante la discusión de su forma y técnica. Sin embargo, muchas de las técnicas fotográficas pioneras del último siglo surgieron de fotógrafos socialmente comprometidos en busca de nuevas formas para captar la atención de su público

La crisis social de nuestra era hace un llamado a una redefinición similar de qué puede y qué debe documentar la fotografía. Lo que está ausente de la fotografía estadounidense de corriente principal no es tanto el retrato de la impactante realidad social, sino el sentido de que se puede cambiar la sociedad y una visión de qué forma podría tomar ese cambio. La fotografía documental ha dejado de ser didáctica. Está alejada, el fotógrafo mira las contradicciones y, en ocasiones la hipocresía, desde una distancia.

El libro This Light of Ours y el contexto histórico presentado por Photography in Mexico nos muestran una alternativa: involucramiento y compromiso social, practicado por fotógrafos de ambos lados de la frontera en diferentes periodos.

Las imágenes no son un ejercicio en nostalgia, pero deben provocar un discurso entre los fotógrafos documentales sobre el contenido de su labor y su relación con los movimientos sociales de nuestra era. Los movimientos de la actualidad son complejos pero el racismo está vivito y coleando, la desigualdad económica es mayor hoy que en el último medio siglo, y la gente está luchando por sobrevivir.

Y está sucediendo aquí, no en países a una distancia segura, al otro lado del mundo.

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Coming in 2013 from Beacon Press:
THE RIGHT TO STAY HOME:  Ending Forced Migration and the Criminalization of Immigrants
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DISPLACED, UNEQUAL AND CRIMINALIZED - A Report for the Rosa Luxemburg Foundation on the political economy of immigration
http://www.rosalux-nyc.org/displaced-unequal-and-criminalized/
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David Bacon Discusses Worker Safety Amid Tragedy in Bangladesh Factory -
CCTV America
http://www.youtube.com/watch?v=F0bwqU3ZED4&feature=youtu.be


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