Por Blanca Padilla
Anteriormente, esta bebida espirituosa era sólo de consumo
local, relegada a las clases bajas. Sin embargo, en los últimos años, al
difundirse sus bondades, ha cobrado notoriedad. De suerte que, en este momento,
es muy demandada en el mercado nacional e internacional.
Para Sibaja Lara, “esto atenta no sólo contra la salud de
los consumidores sino contra el legado de nuestros ancestros”. Y es que, a
nivel industrial, generalmente se usan químicos tanto en el cultivo de magueyes
como en la preparación del mezcal. Algo impensable en las prácticas
tradicionales.
De la sobreexplotación de magueyes silvestres a su
cultivo
Ante ese panorama, hace diez años, a instancias de su
abuelo, Miguel seleccionó semillas de magueyes silvestres y comenzó a
cultivarlos. Don Félix Naranjo previó que la demanda del mezcal iría en aumento
y que llegaría el día en el que los magueyes silvestres se acabarían.
Así fue, el tobalá prácticamente se extinguió en Sola, pero
Miguel Sibaja Lara se convirtió en uno de los primeros productores de maguey
tobalá en Oaxaca, especie que tarda en crecer de 6 a 8 años, pero es muy
apreciada por la calidad del mezcal que produce.
Actualmente, decenas de campesinos se dedican a su cultivo.
Sin embargo, no todos producen magueyes orgánicos. Muchos de ellos usan
fertilizantes y plaguicidas, en tanto que, Sibaja Lara pone énfasis en la
necesidad de utilizar abonos naturales para su sano desarrollo.
Con esta preocupación, Miguel ha utilizado principalmente
las redes sociales para compartir sus conocimientos con mezcaleros y
consumidores y para vender su producción, consistente en plántulas de magueyes
tobalá, mexicano, jabalí, arruqueño y coyote, listas para ser plantadas.
Proteger la identidad del mezcal, algo básico
“Cuidar la producción del mezcal desde el momento en el que
se cultiva el maguey es primordial. Por eso aconsejo que cada productor tenga
su propio cultivo, sólo así puede hablarse de un productor genuino de mezcal”,
puntualizó Miguel a quien le intranquiliza que actualmente haya tantas marcas
que mezclan sin respeto alguno mezcales de distinto origen.
“Nosotros garantizamos semillas y plantas orgánicas y buscamos venderlas a empresas mezcaleras responsables, que comprendan la importancia de cuidar sus propias plantaciones”, destacó el agricultor quien también sugiere tener cuidado al comprar semillas o plantas, pues a veces no son de buena calidad o les venden una planta por otra.
Agregó al respecto que, entre otras cosas, la calidad y el
sabor del mezcal dependen del lugar donde se cultivó el maguey, del tipo de
maguey, del tipo de leña que se usa en su horneado, del proceso que tuvo en su
elaboración, de dónde se fermenta y dónde se destila: en ollas de barro, como
en el proceso ancestral o en alambiques de cobre, como en el proceso artesanal.
“Con estas prácticas, se pierde la esencia de esta
maravillosa bebida que le ha dado renombre a Oaxaca y a los pueblos productores
de nuestro estado”, aseguró Miguel quien aboga por los métodos ancestral y
artesanal y por el uso de magueyes orgánicos en la producción del mezcal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bienvenidos, pero por favor no utilice palabras soeces. Cualquier mensaje que contenga una palabra soez será bloqueado. Nos reservamos el derecho de retirar cualquier comentario que incluya palabrotas, excepto cuando sean usadas como interjecciones.