Por Blanca Padilla
Seguramente has escuchado en México el término “fifí”. Está muy de moda últimamente. También La Catrina saltó a la fama hace algunos años con la película Spectre y se ha consolidado como uno de los personajes principales en la celebración del Día de Muertos o de los Fieles Difuntos, que ya se aproxima.
Pero, de dónde vienen estos términos. De catrín no
hay mucha información, sólo que se refiere a una persona muy rica que exhibe su
elegancia en el vestir. En algunas regiones de México, catrín también es
sinónimo de padrino, diablo, satanás o lucifer, el comprador de almas.
En cuanto a fifí, viene del francés, fi, fifi o fils, que a su vez desciende del latín filius y que significa hijo. Pero, en general, fifí y catrín, fueron usados popularmente como sinónimos a finales del siglo XIX y principios del XX, práctica que fue recogida por los periódicos de oposición de la época para hacer sátira y crítica política en contra del gobierno del dictador Porfirio Díaz y de los privilegiados por su gobierno.
Se usaba fifí para nombrar a los improductivos y
presuntuosos hijos de ricos, a quienes ahora llamamos “juniors”, “ninis” o “fresas”
quienes, entonces, igual que ahora, vivían y vestían como ricos, sin ser ellos
quienes generaban esa riqueza.
Ya en los años 20 del siglo pasado,
en El Machete, periódico del Partido Comunista de México, se les llamaba
"fifís" a los afeminados, es decir a quienes se vestían y cuidaban su
apariencia afectadamente, como los hoy llamados “mirreyes”. Pero no los llamaban
así sólo por eso, sino también por sus gustos artísticos, tendencias
conservadoras, por ser profascistas y por despreciar al pueblo empobrecido.
Para Guadalupe Posada, grabador y caricaturista
mexicano, quien en 1873 creó a La Catrina (llamada así por Diego Rivera), un
fifí o un catrín era quien, con la vestimenta, aparentaba riqueza, pero estaba
en los puros huesos; es decir, estaba muriendo de hambre, igual que el resto
del pueblo.
Posada llamó “Calavera Garbancera” a este
personaje que, para él, representaba a personas que, siendo mestizas, despreciaban
lo indígena y se esforzaban por aparentar ser españoles, aunque sea por la ropa.
Así pues, un fifí o un catrín (catrina), puede ser alguien que se pretende rico
o un nuevo rico (cuya riqueza es inexplicable); es un personaje que vive y se viste
como rico, pero que no produce esa riqueza, como los juniors; es un empleado de
los grandes millonarios que piensa que por serlo y por codearse con esa gente
también es de la clase alta y ataca ferozmente a la clase trabajadora y a
quienes quieren un cambio, como lo hacen algunos comunicadores mexicanos:
Aguilar Camín, Enrique Krauze, Héctor de Mauleón, Ciro Gómez Leyva, Joaquín López
Dóriga y Pedro Ferriz de Con, entre otros.
Hay gente de clase media que se ofende con el término fifí, pero definitivamente
NO es para ellos ni para los empresarios, dueños del gran capital. A los fifís,
Marx los llamaría "lumpen", pero no proletariado, sino burgués, en el
sentido de que NO TIENEN CONSCIENCIA DE CLASE Y SUBSISTEN GRACIAS A ACTIVIDADES
CRIMINALES Y DESHONESTAS, otros los llamaríamos desclasados, corruptos, perros
del patrón, etc.
Finalmente, debo decir que el actual
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, culpable de revivir el
término “fifí”, cuando lo usa, sólo hace referencia a la prensa “filo fifí”, de
hace cien años. Esa prensa que atacó cruelmente al gobierno democrático del
presidente Francisco I. Madero desde que asumió la presidencia, el 6 de noviembre de 1911, hasta el 19 de
febrero de 1913, cuando tras un criminal golpe de Estado fue fusilado cobardemente
por los militares golpistas. La historia parece repetirse, esperemos que no con
las mismas consecuencias.
Referencias
https://www.culturagenial.com/es/la-catrina-de-jose-guadalupe-posada/
https://www.letraslibres.com/mexico/revista/el-retorno-del-fifi
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