Secuestro e impunidad en Oaxaca: “195 días sin Paula”

Juan Carlos Zavala

La violencia en el norte del país parece lejana para un estado del sur-sureste del país como Oaxaca: asesinatos, secuestros, extorsiones, balaceras, narcotráfico, no son parte de la agenda de la prensa local. 

“Afortunadamente Oaxaca no ha alcanzado el nivel de violencia que en otros estados”, ha afirmado el secretario de Seguridad Pública Estatal, Marco Tulio López Escamilla.
 
Pero en la cotidianidad, la realidad fuera de los reflectores y de las primeras planas, ocurren y ocurren, muchas más de las veces que pudiera pensarse.

La historia de Paula Moreno Gómez, es quizá como la de tantas otras. El viernes cuatro de febrero fue secuestrada en la ciudad de Oaxaca, en su trayecto a las oficinas donde laboraba y ejercía su profesión de abogada. Los hechos ocurrieron poco antes de las nueve de la mañana.

Ya pasaron más de seis meses, 195 días, en los que aún no se sabe nada de su paradero ni de los secuestradores. Su familia, amigos y la sociedad civil han orquestado la campaña Alianza Ciudadana “Ayúdanos a encontrar a Paula”, ante la ineficacia de las autoridades locales.

Datos de la Subprocuraduría de Delitos de Alto Impacto de la Procuraduría General del Estado de Oaxaca (PGJEO) señalan que en los últimos nueve meses se reportaron 46 secuestros y 27 ejecuciones en territorio oaxaqueño.

La mayoría de ellos ocurrieron en la región de la Cuenca del Papaloapan, donde según López Escamilla operan los Zetas, así como en la región de la Costa; sobre todo, en los límites con Guerrero.

Oaxaca está entre las 10 entidades con mayor número de secuestros y crecimiento de este delito, según el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados Federal (Noticiasnet.mx – 9/sep/2010), que encabeza Chihuahua, con 498 denuncias; Estado de México, con 413 y Distrito Federal, con 380.

El estudio revela que las denuncias por secuestros en Oaxaca aumentaron en 955%. De 9 casos en 2007 aumentó a 95 hasta junio de 2010.

Dinero a cambio

Paula Moreno tiene 43 años de edad y hasta hace cuatro años, trabaja en el despacho de abogados de su padre, Carlos Moreno López, cuando decidió independizarse y abrir su propio despacho jurídico con Arturo de León Calvo, su socio.

El cuatro de febrero no llegó a su trabajo. Alrededor de las 11 de la mañana de ese día, Arturo de León informó a la familia la presunción del secuestro y su intención de denunciar los hechos. La respuesta fue que era prematuro hacer esa conjetura.

Días después, los secuestradores se comunicaron con el socio de Paula para exigirle dinero a cambio de regresarla con vida. La comunicación con los secuestradores se repitió en 11 ocasiones. El 15 de junio se terminaron las llamadas.

“Cuando el licenciado Arturo de León Calvo tajantemente contestó el teléfono, indicándole a su interlocutor que si no la ponían al teléfono, no le volvieran hablar, esto en palabras muy castizas. 

Fue que no volvieron a marcar. No obstante que desde un principio, se le indicó al licenciado Arturo, que las exigencias económicas correrían por nuestra cuenta, tratamos de ser interlocutores con quienes se comunicaron con Arturo; pero las exigencias se hicieron directamente a él, y no fuimos tomados en cuenta. A la fecha, no sabemos en dónde se encuentra mi hija Paula Moreno Gómez”, relata su padre.

Peregrinar institucional, infructuoso

Desde el cuatro de febrero, la familia recorrió las instancias de gobierno correspondientes para denunciar el secuestro de Paula Moreno; pero el pésimo sistema de procuración de justicia en Oaxaca los desanimó.

“Se recorrieron todas las instancias, donde siempre se nos escuchó; donde diligentemente fuimos atendidos; pero nos percatamos de las grandes carencias para la atención de estos delitos; y en donde la información solicitada a las empresas telefónicas, y policías federales, son de semanas y de meses”, afirma Carlos Moreno.

El progenitor de Paula detalla las deficiencias: una burocracia, anquilosada e ineficaz; el traslado a una Ciudad Judicial a 20 kilómetros, con un tráfico desquiciante; nula la administración de justicia; la indolencia de los funcionarios federales, denominador común y observar pasar el tiempo por las autoridades, y cómo va decreciendo su interés, hasta llegar a cero, en el caso que se denuncia.

Secuestro, crimen que destroza

“El secuestro y la extorsión; son delitos particularmente graves, que ofenden a la sociedad; pero que destrozan a las familias, crean una angustia que impacta en la salud física y mental de sus integrantes; es vil y cobarde porque quienes los cometen; porque con un simple teléfono, aprovechándose de la ventaja que da la distancia y el anonimato; se tortura y se crea una psicosis permanente, con la amenaza de atentar en contra de la integridad física de sus víctimas. Es el delito más ruin, el más lacerante, el que más destruye”, expresa su padre, principal impulsor de la campaña para dar con su paradero.

Posteriormente sostiene que el delito de secuestro ha crecido exponencialmente en México, y precisa que se ha triplicado en un 317%. Así, menciona que en estados del norte del país la gente ha emigrado a los Estados Unidos debido a ello.

Estos delitos han crecido exponencialmente, no se han duplicado, se han triplicado en un 317 por ciento. En el norte del país, la gente ha emigrado hacia los Estados Unidos o hacia otras partes de la República, en el Centro y en el Sur, viene avanzando. Es necesario concientizarnos del país en que vivimos; concientizarnos, que todos podemos ser vulnerables, que nadie, nadie puede estar exento de ello.

El problema de la inseguridad, dice, no lo ha resuelto el Gobierno ni en su ámbito federal, ni en el estatal, ni en el municipal.  

“El Director Regional del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América Latina y el Caribe; reconoció que la inseguridad es una de las grandes amenazas al Estado y a América Latina, que la gente se siente amenazada de salir a la calle, a los lugares públicos e inclusive en su propio hogar.

“Dio un dato pavoroso, América Latina tiene el 8.9 por ciento de la población mundial pero concentra el 27 por ciento de los homicidios en el mundo; casi la tercera parte con una población que no llega ni al 9 por ciento”.

Sociedad, a organizarse

Carlos Moreno apunta a ser otro caso de líder de un movimiento social, producto de la experiencia personal al ser víctimas de un delito de la delincuencia organizada, como el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado o José Martí, también cuyo hijo fue secuestrado y asesinado.

De alguna forma lo adelanta. “Muchos otros, que han padecido este lastre, y ante la ineficiencia policiaca, han encabezado grandes movimientos sociales a nivel nacional, como la señora Wallace, el señor Martí y últimamente el poeta Sicilia, nos han enseñado a despertar la indiferencia de la gente y la solidaridad que buscamos; se han manifestado pacífica y enérgicamente en contra del gobierno. De ellos, debemos tomar lo mejor para hacer menos inseguro nuestro entorno”.

Reflexiona sobre las organizaciones y puntualiza que estas han pretendido corregir las políticas públicas, para abolir el problema de la inseguridad; han censurado la actitud del ejecutivo, la indiferencia del congreso y la irresponsabilidad de los partidos políticos; han criticado la falta de representación ciudadana en el desarrollo de la democracia en México, por estar cooptado el poder por una élite de políticos, “que se cambian de un partido a otro, que establecen alianzas para seguir detentando el poder por el poder mismo, sin una visión de Estado que dé solución a los problemas del país, dentro de los cuales está el secuestro y la extorsión”.

Alianza Ciudadana “Ayúdanos a encontrar a Paula”

La familia de Paula Moreno fundó la organización Alianza Ciudadana “Ayúdanos a encontrar a Paula”; el objetivo es hacer un llamado a la solidaridad ciudadana a fin de hacer pública su desaparición y solicitar su ayuda para encontrar a Paula. 

Consiste, también, en una campaña de comunicación cuyos materiales serán distribuidos en cruceros, colocados en establecimientos y en puntos estratégicos de la ciudad, municipios conurbados y en recorridos por el estado de Oaxaca.

El próximo domingo 21 de agosto a las 11:00 horas, realizarán una marcha en silencio desde la Fuente de las Ocho Regiones hasta el zócalo de la ciudad de Oaxaca, como parte de esta campaña.

El padre de Paula explica el secuestro, la extorsión  y otros delitos no los podrá resolver solo el Estado. Es necesaria, dice, la participación solidaria de “ser uno solo y todos a la vez, solidaridad en la lucha permanente para defender nuestra seguridad y la de nuestras familias”.

“Debemos pensar en una organización, con una representación auténtica; que sea la intermediaria entre cualquier ciudadano y la autoridad; queremos que nadie más, que nadie más, se sienta solo en la adversidad. Todos están organizados, hasta los delincuentes están organizados. Los políticos que se encuentran muy ocupados para los comicios del 2012.

“Quienes no estamos organizados, somos la Sociedad Civil. Debemos organizarnos para la prevención de la extorsión y del secuestro; debemos tener oídos, ojos y saber comunicarnos ágilmente; debemos organizar al Consejo ciudadano para la prevención de la extorsión y del secuestro”.