Comunicado
Oaxaca, Oax., 9 de abril de 2012. El día
de hoy, alrededor de las 12:00 horas, se presentó ante los trabajadores del
Centro Cultural Universitario (CCU) ubicado en Ciudad Universitaria la nueva
contralora de la UABJO, Hermelinda Rueda Ayala, para presentar en la sala de
juntas de ese centro a una persona a quien identificó como la nueva directora
de esa institución, a quien llamó “la licenciada Rosa”.
La aludida reaccionó con incomodidad y enojo al tener que
aclarar que su nombre es Judith Rosas Morales y que desde el 30 de marzo último
fue nombrada directora del Centro Cultural Universitario, aunque al serle solicitado
su nombramiento para cumplir con las formalidades no pudo presentarlo y alegó que
lo tenía en su casa.
Aunque la nueva directora del Centro Cultural de la UABJO
indicó a los trabajadores de esa institución que ha trabajado en la cultura
muchos años y aseguró conocer a profundidad el manejo cultural de la máxima
casa de estudios, evidenció su desconocimiento del CCU al asegurar que los
estudiantes no acuden a sus actividades, aunque la prensa ha difundido en
diferentes ocasiones la nutrida concurrencia que acude a las actividades del
CCU, dirigido por Arturo Mejía García hasta marzo de este año.
La nueva funcionaria también dijo a los trabajadores del CCU que necesitaba enterarse a la brevedad posible de las funciones que cumple cada uno de los colaboradores de ese Centro, pese a que están estipuladas a detalle en un Manual General de Organización de la Administración de la UABJO publicado desde marzo de 2010 por la máxima casa de estudios.
Horas más tarde la nueva directora Rosas Morales se confrontó con los trabajadores del CCU al ordenar el cambio de cerraduras de todas las oficinas e instalaciones del recinto, pese a que aún ignora el funcionamiento de la institución y a que el Centro se halla en proceso de entrega-recepción por parte de la Contraloría de la UABJO. Inclusive convocó para el día siguiente a una junta de trabajo con los directores de los grupos artísticos del CCU.
Al tratar de justificar el arbitrario cambio de cerraduras sin permitir que los trabajadores puedan retirar objetos de trabajo o personales de las instalaciones, la gerente de la Orquesta Sinfónica acusó a los colaboradores del CCU de que “pertenecen al Dr. [Arturo] Mejía, anterior director del Centro Cultural”.
Aunque los trabajadores del CCU le indicaron que ellos trabajan para la UABJO y no para una persona en particular, la nueva funcionaria insistió en que como ella es la directora puede hacer lo que le convenga con la institución, y reiteró que los actuales trabajadores del CCU no son de su confianza porque trabajan para el Dr. Mejía García, a lo cual los trabajadores, inconformes por la agresión de la nueva funcionaria, le reiteraron que son empleados de la UABJO y entienden que deben apoyar a quien esté a cargo de la dirección.
Al no poder seguir agrediendo con sus acusaciones a los trabajadores del CCU, la nueva directora del Centro Cultural optó por desentenderse de la discusión que había comenzado y dejar que una asistenta suya, cuyo nombre no se proporcionó, tratara de explicar “lo que la nueva directora quiso decir”.
La nueva funcionaria también dijo a los trabajadores del CCU que necesitaba enterarse a la brevedad posible de las funciones que cumple cada uno de los colaboradores de ese Centro, pese a que están estipuladas a detalle en un Manual General de Organización de la Administración de la UABJO publicado desde marzo de 2010 por la máxima casa de estudios.
Horas más tarde la nueva directora Rosas Morales se confrontó con los trabajadores del CCU al ordenar el cambio de cerraduras de todas las oficinas e instalaciones del recinto, pese a que aún ignora el funcionamiento de la institución y a que el Centro se halla en proceso de entrega-recepción por parte de la Contraloría de la UABJO. Inclusive convocó para el día siguiente a una junta de trabajo con los directores de los grupos artísticos del CCU.
Al tratar de justificar el arbitrario cambio de cerraduras sin permitir que los trabajadores puedan retirar objetos de trabajo o personales de las instalaciones, la gerente de la Orquesta Sinfónica acusó a los colaboradores del CCU de que “pertenecen al Dr. [Arturo] Mejía, anterior director del Centro Cultural”.
Aunque los trabajadores del CCU le indicaron que ellos trabajan para la UABJO y no para una persona en particular, la nueva funcionaria insistió en que como ella es la directora puede hacer lo que le convenga con la institución, y reiteró que los actuales trabajadores del CCU no son de su confianza porque trabajan para el Dr. Mejía García, a lo cual los trabajadores, inconformes por la agresión de la nueva funcionaria, le reiteraron que son empleados de la UABJO y entienden que deben apoyar a quien esté a cargo de la dirección.
Al no poder seguir agrediendo con sus acusaciones a los trabajadores del CCU, la nueva directora del Centro Cultural optó por desentenderse de la discusión que había comenzado y dejar que una asistenta suya, cuyo nombre no se proporcionó, tratara de explicar “lo que la nueva directora quiso decir”.
Sin hacer caso a las recomendaciones de los trabajadores que
durante cuatro años han estado al servicio del Centro Cultural Universitario, el
cambio de cerraduras continuó en la institución, que requiere reparaciones
urgentes por daños causados por el temblor antes que cualquier otra modificación, como se le hizo
ver a la nueva directora Rosas Morales al enseñarle los desperfectos sufridos
en la planta alta del edificio, en la zona de baños para hombres que comparte
piso con el Centro de Informática universitario.
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