Por Blanca Padilla
La Asociación Nacional de Locutores de
México A.C. (ANLMAC), presidida por el DHC José Mario Medina Torres, es quien le
entregó este merecido reconocimiento en sus instalaciones ubicadas en la
Colonia Juárez, Alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
Carlos Bazán recibió el galardón, “Corazón de Oro”, de manos del ex cónsul de Texas, Juan Acereto, y contó con el apoyo de la Delegación Oaxaca de la ANLMAC y de la Fundación “Soprano Fany Leyva”
Bazán Ramos, en palabras de José Mario Medina, plasma en sus obras “sentimientos, emociones y sueños, como sólo lo hacen los que tienen deseos de vivir pese a toda adversidad”.
Y justo esa es la idea que mueve al pintor quien piensa que todavía es posible unir el arte con las causas sociales en el estado de Oaxaca, “a pesar de los tiempos oscuros que se viven en el mundo, todavía hay voluntades solidarias como las hubo en otros tiempos, entre nuestros ancestros de los pueblos originarios que ya practicaban el tequio y la guelaguetza”.
En consonancia con lo que plasma en sus
pinturas, Carlos Bazán habla de una perspectiva de fraternidad donde el ser
humano y la naturaleza conviven en busca un equilibrio cósmico. Y demuestra esto
con hechos al apoyar causas sociales desde sus inicios y a la fecha en
beneficio de niños y niñas, principalmente. Recientemente se alió a con la
Fundación Soprano Fany Leyva, para apoyar el proyecto “Niños en el arte”, por
ejemplo.
Y, para premiar esa forma de pensar que vincula la función revitalizadora del arte en nuestras
vidas con la de unir voluntades cargadas de fe y generosidad nace el galardón
“Corazón de oro”, el cual se otorga como reconocimiento a grandes artistas y
divulgadores de diversas actividades tanto culturales como educativas.
Posteriormente, en su natal Tamazulapam,
estudió en el centro cultural “Casa del Sol”, las técnicas del muralismo con el
maestro Jesús González Gutiérrez, quien fue alumno del maestro Pedro Hernández Ángeles, uno de los
asistentes de Diego Rivera y de David Alfaro Siqueiros.
Desde estos inicios, Carlos Bazán junto
con sus maestros desarrolló diversos murales en edificios públicos. El primero
fue el llamado “Yucundaa y su historia”. Lo realizaron en la entrada de la casa
de la cultura de Teposcolula y en él plasmaron la cronología de la conquista de
este lugar y a algunos de los dioses mixtecos.
En esta obra, Carlos Bazán, hizo gala de
sus conocimientos de dibujo arquitectónico pues tuvo que representar la capilla
abierta y el templo dominicos de Teposcolula.
A este mural le siguieron otros sobre el
bicentenario de la Independencia y el centenario de Revolución.
A partir de 2012 realizó diversas
exposiciones que lo llevaron a viajar a ciudades como Monterrey, Mérida,
Durango, Cancún, Cozumel, Guadalajara, Chihuahua, Querétaro, Ciudad de México,
Puebla y Puerto Vallarta.
Estas exposiciones le sirvieron de
plataforma para que más tarde fuera invitado a llevar su arte a nivel
internacional en lugares como Los Ángeles, Laguna Beach, San Diego, El paso
Texas, Miami, Chicago y Nueva York, dentro de los Estados Unidos. Así como en
ciudades europeas como París y Barcelona.
Actualmente se encuentra realizando una serie con la que pretende rendir
un homenaje a la lengua chocholteca, idioma originario en peligro de extinción.
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