"¡Oh raza de los hombres sin ventura!
¡Cuando a los dioses concedió existencia
y los armó de cólera inflexible,
cuántos gemidos asimismo entonces,
cuántas heridas y qué llantos
a vuestra descendencia ocasionaron!"
Lucrecio
No hay candidato ideal. Muchas personas de este país, desde hace varios sexenios, nos hemos conformado con decir: “votaré por el menos peor”, pero él menos peor no ha ganado, han ganado los peores y han llevado a nuestro país a ser un país de chiste, lleno de violencia, de muerte y entregado sin pudor a intereses extranjeros.
En vísperas de este 2018, año electoral, estamos en las mismas. Por desgracia, la clase política en México cada día se devalúa más y más frente a nuestros ojos. Sin embargo, eso no debe inmovilizarnos. Al contrario: si ningún candidato merece nuestra absoluta confianza, nosotros como sociedad debemos hacer la diferencia.